jueves, 3 de enero de 2013

Sos vos o soy yo.-

Esa parece que es la conversación que tienen mi sistema digestivo y mi niño dentro del globo enorme que tengo como panza. No sé cómo hacen las mujeres que engordan 20 kilos. Hambre no me falta pero es imposible comer todo lo que desearía o lo que necesitaría. Por ende, no estoy subiendo de peso, sólo algunos gramos. La mesa de fin de año me tentó y el nuevo año lo recibí moderadamente de forma obligatoria. La acidez es la enemiga número uno de mi vida y las horas de sueño son escasas. Todos me aconsejan dormir todo lo que pueda ahora. Y les juro que sería fantástico...si pudiera conciliar el sueño! Parezco un bebé durmiendo cada dos horas. Empiezo a creer firmemente en la siguiente idea: La naturaleza es más sabia que mi voluntad y está regulando mi ciclo de sueño de acuerdo a los horarios de un bebé recién nacido. Y también me está dotando de paciencia. La espera para el obstetra y los monitoreos es laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarga. Después de pasar una tarde a pura espera, decidí ponerme a tono con el libro de Kaz Cooke, "Embarazada". Tan atrasada estaba mi lectura que tuve que retomar la lectura desde la semana 26 estando en la 37. Y me topé con un relato muy gracioso con el cual me sentí muy, pero muy identificada...

"¿Me producen insomnio los calambres de las piernas o percibo esos calambres precisamente porque permanezco despierta gran parte de la noche? Beck dice que hay dos cosas que pueden provocar dolores en la pantorilla: la sangre que circula por las venas o la falta de calcio o de magnesio. En mi caso, probablemente de magnesio, porque tomo calcio como para convertirme en un colmillo. Para el moqueo y la irritación de nariz, me recomienda una dosis especial de ajo y rábano.
-¿Y qué me dices de esta barriga gigante?
- Se normalizará dentro de unas cuantas semanas.
En este momento, mi barriga es una bola enorme. Y el tejido que la sujeta está bastante tirante, como si hubiera vendajes anchos debajo de la piel.
¿He mencionado la acidez de estómago y la indigestión?
El embarazo es una presión absurda para el cuerpo, y ya no estamos acostumbrados a eso. Siempre esperamos que haya alguna pastilla, ejercicio, mantra o palabra que alivie las incomodidad y el dolor. Pero no, en este caso es un dolor puro y simple en el culo (y el resto del cuerpo) durante meses. Lo siento, pero a mí no me parece que sea una experiencia espiritualmente sublime. Es una experiencia profundamente FÍSICA.
La sensación que provocan los movimientos del bebé no es igual para todas. Algunas la perciben como gases, o plumas, o golpecitos suaves. Algunas veces me da la impresión de que alguien está tañendo un ligamento como si probasen la cuerda de un arpa; otras veces es como si tocasen el bongó en mi interior. Todas esas sensaciones todavía son muy tenues. Aunque la barriga parace empezar debajo de las tetas, la parte superior del útero está a la altura del ombligo. Todo lo que tiene encima son órganos desplazados que le hacen sitio.
El periódico de hoy dice que se está utilizando una muñeca dirigida por ordenador para enseñar a los adolescentes cuánto trabajo supone un bebé. Se llevan la muñeca a casa durante el fin de semana. Está programada para llorar de forma constante o varias veces, de noche y de día. Un sonido especial indica con cuánta frecuencia hay que cambiar el pañal, y el alumno debe decidir en qué momentos el bebé necesita comer. Un alumno que tuvo la muñeca durante el fin de semana dijo: Realmente se me han ido las ganas de tener hijos. Pues imaginate el embarazo, cariño." Páginas 246, 247

Por momentos mi cuerpo grita de esta manera: "Sos vos o soy yo!!!" Pero, luego, se amigan. Por un rato, tampoco esperen milagros. Con el milagro de la vida ya es suficiente. ¡Bienvenido nuevo año!




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